Tócame que soy realidad

Es un tragamonedas. Y es que Lionel Messi no solo percibe en salarios US$ 10.6 millones por año, sino que su imagen es capaz de “devolverle” el favorcito al Barza por conceptos publicitarios que sobrepasan los US$ 24 millones.

Detrás de este personaje hay una fantástica historia. Varios clubes argentinos, entre ellos River Plate, y algunos europeos se lamentan ahora el no haber fichado a Lionel Messi, quien de pequeño fue ofrecido, pero rechazado a la vez por sus condiciones físicas. “Es muy pequeño, debe dedicarse al futbolín”, decían algunos.Corría el año 2000 cuando le llegó una propuesta del Barcelona de España. El pequeño rosarino de 12 años viajó con su familia a Cataluña para pasar una prueba en el cuadro azulgrana.Estuvo diez días instalado en un hotel de Barcelona y cuando le tocó jugar le llenó los ojos a Carles Rexach, ídolo de la institución y técnico del equipo juvenil. El diminuto Messi jugó con chicos dos años mayor que él, anotó un gol y literalmente la rompió. “Tenemos que ficharlo”, dijo Rexach sin pensarlo dos veces.Cuando Messi llegó a la institución, Barcelona atravesaba por una dura crisis deportiva. Ausencia de títulos y triunfos aislados hacían pensar a más de uno que el Barza podría incluso perder la categoría.Algunos directivos consideraron que su fichaje no era una buena inversión. Barcelona necesitaba jugadores que actúen en la primera división para salvar al equipo y no promesas como lo era Messi.Rexach apostó por el argentino y en diciembre del 2000 le hizo firmar su primer contrato en una servilleta. Tres meses más tarde, Messi firmó su contrato oficial con el Barcelona y su familia dejó su querida Rosario para acompañar al hijo menor.