“Yo aprendí de los grandes técnicos como Markarián”

Fue capaz de caminar descalzo por el fuego de Asunción y de tatuarse en el corazón el signo de que lo imposible no existe. Francisco Javier Arce, a rajatabla el “Chiqui”, ex lateral derecho de la selección paraguaya en los mundiales de Francia 98 y Corea-Japón 2002, se sinceró en su tierra y se paró al pie del precipicio para asumir el cargo como entrenador de la albirroja, el rival de Perú en el inicio de las Eliminatorias.¿Qué referencias guarda de Perú a menos de dos meses del primer partido por las Eliminatorias?Desde que acabó la Copa América dije que Perú y Colombia habían crecido muchísimo. Ahora, lo de Perú viene desde el año pasado, cuando el profesor Markarián asumió el cargo. Cuenta con grandes jugadores, pero yo también tengo una idea de lo que pueden hacer.

¿Qué le preocupa más del medallista en la Copa América?Más allá de que Perú siempre ha tenido individualidades interesantes y peligrosas para los rivales, hay que tener claro que en la última Copa América mostró un orden colectivo importante. La unidad que se puede formar como grupo siempre será más determinante que cualquier cosa. Y Perú tiene ello.

Aparte tiene a un técnico muy estudioso como Sergio Markarián, ¿se conocen?Al profesor lo conozco desde hace mucho, en esa relación de técnico-jugador. Sé cómo piensa y su forma de trabajo. Es un estudioso de aquellos y muy aplicado. Sus equipos son muy ordenados. Perú seguramente será muy difícil.

Profesor, ha cogido un fierro caliente, la valla que dejó el guía Martino es alta, ¿cómo manejar esa presión?Sabemos que Paraguay de un tiempo a esta parte ha conseguido cosas importantes. En la Copa América llegó a la final y en la última Copa del Mundo realizó un gran papel. Por ello, nosotros no pretendemos cambiar mucho su estructura y tampoco a los integrantes. Menos aún si tenemos a las Eliminatorias tan cerca.

Ya mostró la lista de convocados, Paraguay es una potencia del continente línea por línea...La calidad de jugadores que tenemos es para resaltar. Nadie puede decir lo contrario, pero así la responsabilidad también es mayor. Los ojos de todos están en nosotros y el desempeño que podamos hacer con la albirroja de ahora en adelante. Aunque no debemos de perder la perspectiva, siempre humildes y con mucho trabajo.

¿Siente que los niveles de fuerza entre las selecciones se han achicado?El torneo en Argentina fue una prueba legible de eso. Ningún rival es fácil, hoy todos tienen jugadores importantes y sistemas de juego muy ordenados. Pero para esta clase de partidos, las figuras son las que más tienen que salir a relucir. Es ahí donde se tiene que marcar la diferencia.

Paraguay es una selección  que logra epopeyas, ¿eso con usted definitivamente se va a mantener?Eso es algo que siempre ha estado con nosotros. El hecho de que ahora esté yo, no cambia nada. El último partido que le hicimos a Brasil es prueba de eso. Todos marcaban y la actuación de Justo Villar fue de diez puntos. A esa forma de juego está la intención de inyectarle mayor verticalidad y producción de goles.

Las páginas son más difíciles de escribirlas cuando no hay experiencia, ¿cómo piensa contrarrestarlo?Uno ha sido jugador y ha vestido esa camiseta. Mucho de ello va a ayudar. Ahí la experiencia se gana, desde la cancha. Al margen, uno siempre ha aprendido de los grandes guías que ha tenido... Cuidado que uno de esos fue Sergio Markarián.