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Dicho en buen Cristiano

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El llanto no siempre se expresa con lágrimas, muchas veces se lleva adentro. Tan adentro que ni las alegrías más profundas son capaces de encontrarlas.

Por eso Cristiano Ronaldo no celebró como siempre, no celebró cada gol como el hombre que se reafirma a sí mismo como el mejor del mundo. Ni siquiera tuvo sonrisas para el epílogo de la casi segura clasificación del Real Madrid a los octavos de final de la Copa del Rey, luego de vencer en el partido de ida al local Ponferradina por 2-0.

Todo se inició a los 29 minutos, cuando el alemán Sami Khedira envió un centro desde la derecha para que José María Callejón clave, de un zurdazo, el primer tanto en arco de un batallador Ponferradina.

Y luego arribaría el tanto de un Ronaldo autosuficiente, que sacó al defensor con velocidad y clavó un remate a los 74’.

El partido sirvió para el debut del lateral Jesé en el Madrid. La vuelta será en Madrid el martes 20 de diciembre.

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