Marcapasos

este domingo 27 de agosto, ahorita nomás, Jefferson Farfán regresará a casa -luego de trece horas de enlaces entre Moscú, Amsterdam y Lima- con el propósito de sacudirse de tantos dimes y diretes y concentrarse en cuerpo y alma en los partidos eliminatorios ante Bolivia y Ecuador.

Diecisiete meses después, el jugador del Lokomotiv se reintegra al proceso premundialista - la úlitma vez fue el 25 de marzo del 2016 en el 2-2 ante Venezuela- condicionado por una extrema pero necesaria propuesta refrendada por Ricardo Gareca.

Minutos después de su llegada al Jorge Chávez, Farfán será conducido a la Videna para dialogar sin resquemores con el seleccionador. Ahí conocerá el plan de trabajo y los lineamientos que deberá respetar hasta que finalice la fecha doble de las Eliminatorias. La “Foquita” no tendrá contacto con la prensa y tampoco con personas ajenas al entorno de la bicolor. Tal decisión será supervisada por el comando técnico y el personal de seguridad contratado por la federación. Pero el asunto es más extenso: no podrá recibir visitas de familiares ni amigos.

Gareca lo quiere concentrado al cien por ciento. Lejos de los chismes de farándula y de las distracciones forzadas por sus “patas” de siempre. Entrenar, entender y desarrollar la estrategia, comer sano y descansar. Así serán los días de Farfán en la selección. •