Será conguitarra y cajón

Colgarse del travesaño como murciélagos sería condenarse al ridículo, al descalabro, al desconcierto que nos lleve derechito a la hoguera. Algo así como le pasó al Wilstermann de Mosquera. Pero, tranquilos, Ricardo Gareca no es un técnico pusilánime, tampoco es un cultor del “como sea”, menos del yankempó. ¡Nos jugamos la clasificación directa a Rusia!

Con tal prédica, Perú tomará sus recaudos defensivos pero ello no signfica regalarle el campo y menos el control de la pelota a la Argentina. Nadie quiere que Messi y algún otro iluminado jueguen michi con nosotros. Nada que ver.

La selección saldrá a proponer un juego atildado, respetuoso de su esencia, ese toma y dame histórico, parecido -hoy las revoluciones son disitntas- al equipo del 69. Así los eliminamos, ¿cierto? Tocando, jugando corto, ¡hay que achicar los espacios!, hay que desesperarlos. Ya lo dijo el maestro Roberto Chale: ¡son unos troncos!

Y para ese trabajito estarán los más rápidos, los que más saben con la pelota en los pies, aquellos que siempre juegan como en la pista. Jefferson Farfán, Édison Flores y Yoshimar Yotún tendrán la misión de hilar fino y de frotar la lámpara hasta que Paolo Guerrero aparezca en toda su dimensión. Ahí está la complicidad, el trabajo, el criterio. Perú no se regalará. Al contrario, prepara una sorpresa ofensiva que nos deje a un suspiro del mundial. •