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La voz del pueblo

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No hay lunes para quien merecía celebrar hasta las últimas consecuencias. ¡Cienciano es de primera, carajo! Un muñeco del “Checho” fue paseado en un carro alegórico por las principales y festivas calles del Cusco. Claro, en el Garcilaso permaneció enarbolada la bandera que rezaba ¡lárgate Juvenal! Y ese fue el sentir de un pueblo que fue engañado por quien se creía un auténtico cacique.

El estadio se llenó. No entraba un alfiler. La taquilla bordeó los 120 mil dólares que servirán para honrar las deudas con los jugadores y cancelar ciertas “arrugas” con los proveedores. El Imperio está de pie. Más vivo que nunca.

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