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    • La selección tuvo el respaldo de un número importante de hinchas en el estadio Olímpico Atahualpa. Los periodistas locales se sorprendieron por el apoyo que recibió la Blanquirroja, sobre todo a la hora de entonar las sagradas notas de nuestro Himno Nacional. Desde antes del inicio del partido empezamos ganando.

    aseguró la hazaña

    “Caballito” fue puro corazón

    • Paolo Hurtado llegó a la selección algo golpeado, se recuperó y ayer su ingreso fue recontra oportuno, pues anotó el segundo tanto bicolor, a la postre el que sirvió para ganar el partido. Fue de los más felicitados en el vestuario ¡Ajá!

    resignaron su suerte

    Ecuador, será para la próxima

    • El gesto de Pedro Velasco es elocuente. La derrota dejó a los norteños prácticamente fuera del Mundial, por eso el defensor apenas terminó el partido se tiró al piso y rompió en llanto. Ecuador nos la debía al sacarnos de Francia ‘98. Y ayer tocó darle el vuelto. ¡Xuxa!

    triunfazo INOLVIDABLE

    Tuto el país gozó “Atahualpazo”

    • Grandes y chicos celebraron el triunfo de la Blanquirroja. Y la pequeña Kiara Alessandra, hincha de Líbero, se emocionó harto y salió a pasear con su bandera, feliz por el resultado. Los tres puntos en Quito son históricos y suman para acercarnos a Rusia. ¡Sí señores!

    Corzo sueña despierto

    Lloró como si le sacaran la muela

    • Aldo Corzo fue uno de los más emocionados tras el final del partido. El lateral crema, puños en alto, se acercó a los miles de peruanos que alentaron en el Atahualpa y no se aguantó de soltar algunas lágrimas de felicidad. ¡Vale!

    ganamos en quito y de paso nos acercamos a rusia 2018

    ¡La Blanquirroja hizo historia!

    • Lo que otras generaciones no pudieron fue posible ayer. La selección ganó en Quito y desató la fiesta en todos los rincones del país, que celebraron hasta altas horas los tres puntazos que nos acercan al Mundial.
    • Apenas el árbitro paragua hizo sonar su silbato decretando el final, los muchachos se unieron en un abrazo, conscientes de que el triunfo nos deja en inmejorable posición en la tabla y sin depender de nadie para alcanzar la clasificación. Y el camarín fue un loquerío, pues la maldición está por acabar después de 36 años. ¡Vamos Perú!
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