Y aprenden como jugando

Todo padre adicto al fútbol sueña con que su hijo sea un gran jugador, que los grandes equipos se peleen por tenerlo entre sus filas y se ven como el manager perfecto para su pequeño.

El primer paso es regalarles una pelota y matricularlos en una escuela. Quieren verlo correr en una cancha tras un balón y gritar sus primeros goles. Para los expertos, lo más indicado es realizar a través del fútbol una estimulación temprana y no presionarlos a dominar el balón, eso les podría generar estrés.“No se trata de enseñarles a jugar fútbol a los dos años, sino a que aprendan a dominar su cuerpo mediante juegos con la pelota”, dijo Eduardo Aguilar, Director Deportivo y Coordinador de la Escuela de Fútbol Racing Club de Avellaneda en Lima.Es que la estimulación temprana a través del fútbol no solo les dará múltiples beneficios de motricidad y sociabilidad, sino también podría perfilar a su hijo como una nueva estrella del balompié mundial.  Cuando presenten mejor coordinación motora, velocidad de reacción y visión periférica, su hijo podrá comenzar a jugar fútbol y usted a soñar.