Carreteras de fuego

El Perú lo tiene todo. Rica comida, historia de encanto, chicas hermosas, cultura, arte, deporte y pasión. Somos un país milenario, maravilloso y orgulloso de sus secretos y colores. Los Caminos del Inca, con su trazado mágico y sus coches de colección, es “la carrera madre” del automovilismo, la única en Sudamérica que explora los pueblos más remotos con aroma a misticismo.

El Automóvil Club Peruano, con “Chachito” Dibós en la presidencia, presentó la XLII edición del Gran Premio Nacional de Carreteras “Los Caminos del Inca”, Pedro Roca Ribot. Ese es el nombre exacto. Se han inscrito 90 binomios, todos seguros de dictar cátedra en una prueba programada entre el 30 de setiembre y el 8 de octubre.

Entre los favoritos a escalar a lo más alto del podio figuran “Nico” Fuchs y el “Mono” Raúl Orlandini, quienes en su momento lograron el título. “No hay una mejor carrera que Los Caminos del Inca. Es el legado de mi padre y siempre me hace feliz ganarla”, comentó el “Mono”, vencedor en 2010 y 2011.

Fuchs, protagonista en la categoría PWRC del Rally Mundial, recuerda que en el 2009 “por fin pude ganar Los Caminos del Inca”. “Me costó mucho. Es una carrera muy difícil, con situaciones complicadas que te obligan a manejar a la perfección”, precisó “Nico”.

Los Caminos del Inca es como un torneo Descentralizado si hacemos un parangón con el fútbol. Arrancó simbólicamente en la costa con el Súper Prime, que se corrió el domingo en La Chutana y que ganó Orlandini. Luego, continuará desde los 850 metros de Chosica hacia Huancayo, Ayacucho y Cusco, con su naturaleza viva y sus ahogos normales de la altura serrana.

Posteriormente, descenderá un poquito en Arequipa y volará con fuerza, al filo del mar y soportando el fuego del desierto, hasta la Lima virreinal. Un circuito inolvidable, hecho para pilotos de raza. “Será mi undécima participación en esta tradicional competencia, que he tenido el honor de ganar en el 2003 y 2006 en las categorías Turismo Superior y Súper 1600”, nos contó Paolo “Chubi” Zani.

En un ataque de entusiasmo, la gente de los fierros propuso que Los Caminos del Inca pase a formar parte del calendario del Mundial de Rally. De inmediato surgieron las críticas y los cuestionamientos, y la propuesta se perdió en el tiempo por la falta de logística y presupuesto, que en la actualidad representa uno de los problemas más latentes.

“El gobierno debería ocuparse más en invertir en esta importante competencia”, escribió Hans Peter Firbas, periodista especializado y ex piloto de carrera. Razón no le falta, porque Los Caminos del Inca es un foco de atracción turístico y su vocación de servicio y unión es más fuerte que cualquier revolución social.