Dictó cátedra

En una demostración de su gran tenis, el suizo Roger Federer firmó su cuadragésima victoria en la Copa de Maestros, algo que ningún otro tenista ha logrado en la historia, al superar con un estético ejercicio de estilo al serbio Janko Tipsarevic por 6-3 y 6-1, en una hora y ocho minutos.

 Federer, seis veces campeón del torneo que reune a los ocho mejores tenistas del momento, tuvo en Tipsarevic a un viejo conocido al que ha ganado en las seis ocasiones en las que se han desafiado sobre una pista, cinco de ellas sin ceder un solo set.

 Cuando el suizo cometió una doble falta en el tercer juego, el público se lamentó incrédulo. Era la primera ocasión en la que Federer cometía algún error en un juego por lo demás de apariencia perfecta.

A mitad del primer parcial, Federer tenía a Tipsarevic acorralado con bolas largas y envenenadas, y no permitía ni un cambio en el guión que había trazado de antemano para el partido.

 Si el serbio se atrevía a rebelarse, el suizo respondía elevando o cruzando la bola y obligaba a su rival a volver cabizbajo hacia el fondo de la pista.

Federer tiene mayor presencia en la Copa de Maestros (seis veces) y ayer quebró el registro de 39 victorias que compartía con el checo Iván Lendl.