DULCE Y FURIOSA

Carmen Del Castillo

El escultural cuerpo de Vanessa Tello es un circuito de Fórmula 1. Hay curvas cerradas, puntos rápidos y adrenalina como lava de volcán. La diosa del modelaje es aficionada a los fierros, a las tuercas... “¡Fierro a fondo!”, le gritó un loco, pero ella, siempre feliz, solo atinó a sonreír.

Uno de sus sueños es subirse a un coche de carrera y sentir la velocidad en la piel. “A quién no le gusta los autos, la velocidad, la adrenalina. Yo me animaría a ser copiloto, no sé si manejar porque no es mi especialidad, pero no le diría que no a vivir esa linda experiencia”, le dijo ayer a LÍBERO.

La Miss Reef Internacional, con esa sonrisa que salpica amistad, destacó la trayectoria del Ramón Ferreyros, quien está próximo a cumplir 30 años como piloto profesional. “Le mando toda la buena vibra. Ramón nos representó muy bien a nivel internacional, es un personaje respetado”, precisó.

“Vane” piensa ampliar sus horizontes con su línea de ropa SER. “Estamos concentrados en la lencería, demanda mucho trabajo, pero a fines de año está el proyecto de nuevas colecciones ampliando el rubro”.

Concluida su carrera de nutricionista, ejerce su profesión con sapiencia. “La nutrición no es solo un tema físico sino un estilo de vida. Tengo pacientes de todas las edades en el Centro Quiropráctico Angloamericano en Los Olivos”, refirió.

Vanessa participó en la firma de autógrafos de Christian Kobashigawa, hexacampeón nacional en Turismo Competición, quien este año incursionará en Los Caminos del Inca.