¡Gracias, chicas!

Nakhon Ratchasima, Tailandia

Simplemente gracias. Desde el otro lado del mundo las chicas peruanas nos mantuvieron con el grito de triunfo en la garganta. El corazón latió más fuerte que nunca conmovido por el pundonor de seis muchachas que se jugaron un partidazo frente a una potencia del vóley como la selección de China.

Estuvimos a escasos centímeros de la gloria, de esa soñada final del Mundial Juvenil. Nos faltó casi nada y dimos pelea hasta el último suspiro, vendiendo cara nuestra derrota, cayendo de pie por 3-2 (25-17, 25-22, 20-25, 19-25, 21-23) en un quinto set de infarto.

La garra, sudor y lágrimas peruanas se lucieron en Tailandia. Hubo llanto de impotencia, pero a la vez satisfacción por cumplir una impresionante campaña que nos colocó entre los cuatro mejores del mundo. No hay nada que reprochar, solo palmas por la entrega de un sexteto que alimentó la ilusión de un futuro mejor. 

Contra el reloj, Natalia Málaga y sus chicas debieron apelar de nuevo a su fortaleza anímica y voltear la página para buscar la medalla de bronce ante Brasil (2:00 a.m.), aunque para el Perú ellas ya son campeonas.