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Los Decepticons

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    De vuelta y media. Aprovechando los abandonos del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y del británico Lewis Hamilton (Mercedes), el piloto alemán Nico Rosberg (Mercedes) ganó ayer el accidentado Gran Premio de Australia, primera prueba del Mundial de Fórmula 1.

    La fiabilidad que traicionó a Vettel y Hamilton sonrió a Rosberg, quien lideró la prueba casi de principio a fin, con una gran maniobra de salida y un ritmo incontestable en el circuito Albert Park de Melbourne.

    Sus acompañantes en el podio fueron los McLaren del danés Kevin Magnussen y del británico Jenson Button, quien aprovechó la descalificación del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) por irregularidades en el flujo de combustible.

    En la primera vuelta, un violento choque entre el japonés Kamui Kobayashi (Caterham) y el brasileño Felipe Massa (Williams) puso en evidencia que este año la F-1 será terrible.

    Libero Impreso

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