Miguel Ángel Russo fracasó con Alianza Lima y Cerro Porteño en la Copa Libertadores

Con el cartel de "Técnico A1",  Miguel Ángel Russo llegó al Perú a inicios del 2019 para dirigir a Alianza Lima. El argentino ostentaba un título de Copa Libertadores en el 2007 con Boca Juniors y un currículum que no generaba dudas sobre su trabajo. Venía de ganar la Superliga de Colombia con Millonarios.

Su estreno con el buzo blanquiazul fue ante Barcelona de Ecuador en partidos amistosos de preparación: Derrota 2-1 en Guayaquil y goleada 3-0 en Lima. El saldo ratificaba la confianza. Además, contaba con el mejor plantel del medio.  

En el torneo local debutó goleando 3-0 a Sport Boys en Matute, luego cayó ante Sporting Cristal, se recuperó sumando puntos importantes, pero la Copa Libertadores fue su verdadera pesadilla. Solo sumó un punto en seis partidos jugados contra River Plate, Inter de Porto Alegre y Palestino de Chile. El calendario apretado, los viajes y las lesiones aparecieron como excusas perfectas.

En abril Russo decide renunciar abrumado por las críticas y por la mala relación con un sector importante del plantel de jugadores. Los referentes le habían volteado el vestuario por haberlos dejado de lado. Uno de sus pocos aciertos fue haber potenciado a Kevin Quevedo, el goleador del equipo.   

Tras su salida de Alianza, el argentino encontró rápidamente trabajo. Cerro Porteño de Paraguay le abrió las puertas en junio para reemplazar al español Fernando Jubero, quien no pudo conquistar el Apertura que terminó en manos del clásico rival Olimpia.  

Russo tomó las riendas del cuadro azulgrana que ya estaba clasificado a Octavos de Final de la Copa Libertadores. Superó a San Lorenzo en partidos de ida y vuelta, pero se volvió a encontrar con River Plate en Cuartos. El "Muñeco" Marcelo Gallardo le ganó el duelo. 

En el torneo paraguayo, Cerro Porteño marcha en la tercera ubicación con 12 puntos en 7 fechas disputadas. El líder es Olimpia con 16 unidades. El trabajo de Russo ya está siendo observado de reojo por los fanáticos por no saber replantear los partidos y por no hacer cambios.

Algo similar le ocurrió en sus últimos días al mando de Alianza Lima. En el clásico ante Universitario no hizo ninguna modificación a pesar de ir perdiendo 1-3 en Matute. Sus defensores en Paraguay aseguran que Russo no armó el plantel, algo que también vivió en La Victoria porque el equipo fue diseñado por Pablo Bengoechea antes de su renuncia en diciembre del 2018. ¿Se repetirá la historia en Cerro Porteño?