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Lo que tu viejo no te contó: Chelsea-Barcelona huele a venganza

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6 de mayo del 2009. Chelsea y Barcelona se enfrentaron por las “Semis” de la Champions League en un partido histórico, vibrante y único. Barza clasificó a la final en una jugada afortunada de Iniesta que anotó cuando se jugaban los descuentos. Al final el encuentro quedó igualado 1-1.

Todo sucedió en una noche fría en el estadio Stamford Bridge colmado de 60 mil ingleses. Después del 0-0 de la ida, Essien puso en ventaja al Chelsea con un golazo. A partir de ahí, llegaron las decisiones polémicas del árbitro. Los de Hiddink pidieron hasta cinco penas máximas, entre las que destacan las siguientes: Abidal agarró a Drogba, Dani Alves a Malouda dentro del área (la pitaron fuera), una mano de Piqué y otra de Eto’o.  

Pero la rivalidad del Chelsea con el Barcelona comenzó mucho antes del 2009. Todo empezó cuando José Mourinho entrenaba al cuadro inglés, mientras que Frank Rijkaard tenía tomadas las riendas del equipo azulgrana. Eran dardos de ida y vuelta.

El antagonismo de Messi contra los ingleses es otro detalle del partido. El genial jugador del Barza ha jugado seis veces contra el Chelsea en la Liga de Campeones  y no ha logrado anotar un solo gol. Entre el 2005 y 2007 catalanes e ingleses se vieron en 3 ocasiones, pero sin suerte para la “Pulga”. 

Pero lo que sí recuerda Messi es la cantidad de golpes y patadas que recibió en los octavos de final del 2006, como la plancha del lateral vasco Assier del Horno que quedó impune cuando merecía la tarjeta roja.

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