Robben se hizo el dos

La maldición de Arjen Robben se asomó al Allianz Arena y extendió la sequía en finales que registra. El holandés erró un penal que pudo cambiar la historia de la Champions.

Cuando corría el minuto 105’, Robben se paró frente al balón para convertirse en el héroe del partido, pero terminó siendo el villano. Le pegó bajo y rasante a la mano izquierda de Cech, quien aplastó el balón con su cuerpo y lo contuvo.Entonces, el “tulipán” se murió de miedo y se negó a patear en la tanda de penales. Por eso, Manuel Neuer tuvo que patear el tercer penal de los alemanes.Con esta, ya van cuatro finales que pierde. La primera, en la Champions 2010; dos meses después ante España en el Mundial de Sudáfrica. Hace  poco también cayó ante el Borussia Dortmund en la final de la Copa Alemana y ahora padeció ante el Chelsea.