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Lo que tu viejo no te contó: Gullit, el ‘Tulipán’ de la exótica cabellera

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La Eurocopa llegó a Alemania en 1988 y el toque mágico, con el juego dinámico de Ruud Gullit, guió a Holanda a levantar el primer y único título continental de su historia. El capitán “Tulipán” era el vigente Balón de Oro, conseguido en 1987, y en la justa europea debía ratificar ese buen momento.

En aquel torneo, el volante de la exótica cabellera de oro se complementó con Marco Van Basten, Frank Rijkaard, sus compañeros en el AC Milan. Sin embargo, el equipo de Rinus Michel cayó en el debut ante Unión Soviética por la mínima diferencia.En el segundo duelo, contra Inglaterra, se notó un juego distinto de la “Naranja Mecánica”, guiados por Gullit en la victoria por 3-1. Justamente, el capitán habilitó en los tres goles de Van Basten contra los ingleses. Luego  superarían 1-0 a Irlanda.Por el pase a la final, Holanda chocó contra la anfitriona Alemania y la clase del “Tulipán negro” se impuso para habilitar a Van Basten y Koeman, dándole vuelta al marcador con un 2-1 y jugar la final del certamen.En la definición se reecontró con los soviéticos y el rasta abrió el marcador, en Múnich, a los 32 minutos, con un cabezazo, y llevó a Holanda por el camino de la gloria. Luego Van Basten marcó el tanto para cerrar el 2-0 y convirtió a Holanda en el campeón de Europa.El mejor asisitidor, con cinco pases de gol en los ocho tantos en total que marcó su selección, fue incluido en el equipo ideal del torneo y dejó un sello imborrable, no solo por su cabellera, sino porque deslumbró a los aficionados que  presenciaron el torneo. 

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