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EL GOL LÍBERO: El día en que Roberto Carlos burló las leyes de la física

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Cuando Roberto Carlos de Silva nació en 1971, su padre decidió bautizarlo con el nombre del famoso cantante que era capaz de enamorar a todo Brasil con su voz. Lo que el padre de Roberto no sabía era que su hijo se convertiría también en uno de los hombres más queridos de ese país gracias a su pierna izquierda.

Tras una meteórica carrera en el fútbol brasileño, Roberto Carlos llegó al Inter de Milán en 1995 y una temporada después fichó por el Real Madrid a pedido del técnico italiano Fabio Capello. Y fue en el cuadro “merengue” donde demostró que era capaz de hacer cosas increíbles con la potencia de su remate.

El 21 de febrero de 1998, con Roberto ya consolidado en la banda izquierda, el Real Madrid cayó 4-3 en su visita al infranqueable Tenerife. Pese a que hubo goles para todos los gustos, el que quedó grabado en los anales del fútbol fue el transitorio 1-1 del brasileño: un zurdazo incontrolable que desafió la física y se clavó en el arco del argentino Marcelo Ojeda. ¡Y eso que el balón se iba al tiro de esquina! La celebración de “sorpresa” del brasileño sería apenas una ironía.

Hoy ya retirado del fútbol, Roberto Carlos aún está presente en la memoria del mundo. Ningún lateral izquierdo ha igualado su potencia de su remate, que en apología a una canción de su tocayo cantautor, siempre era cóncavo y convexo.

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