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LO QUE TU VIEJO NO TE CONTÓ: Cesc pensaba que Messi era un mudo

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Nadie pone en tela de juicio la calidad dentro del campo del astro argentino Lionel Messi. El rosarino la “rompe” en el verde, pero tiene que luchar contra su timidez.

Cuando llegó al Barcelona, en el 2003, no hablaba mucho y sus compañeros en el cuadro azulgrana pensaban que era mudo.

De pequeño, la “Pulga” se ganó una fama de solitario, cohibido y asocial. No conversaba con sus compañeros en el camarín, el cual compartía con figuras como Andrés Iniesta, Sergio Busquets, Gerard Piqué, Pedro Rodríguez y Cesc Fábregas. Justamente este último  pensó que el “10” no podía hablar.

Cuando era chiquito me vestía en silencio, por eso él (Cesc) y los demás integrantes del equipo pensaban que yo era mudo. No me gustaba hablar mucho”, declaró alguna vez la “Pulga” sobre sus inicios en el conjunto azulgrana y la relación con sus compañeros en la concentración de La Masía, lugar de entrenamiento de los canteranos.

Situación similar se vivía durante las concentraciones o viajes: el argentino permanecía “en mancha de a uno”, sin el resto de sus compañeros, quienes se divertían entre ellos. Es curioso imaginar a Messi solo cuando hoy es el mejor jugador del mundo.

Sin embargo, toda esa timidez quedaba a un margen cuando llevaba la elástica del Barcelona en los partidos oficiales entre canteras. Los goles de Messi se hicieron costumbre y congeniar con el resto del plantel era cuestión de tiempo. “Ahora soy una persona más abierta en todo aspecto”, declaró el popular Leo.

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