Fue una pesadilla

Lo peor para un futbolista es anotar un autogol. Y ayer lo vivió en carne propia Gerard Piqué. El defensa quiso despejar el balón, pero falló en el intento y terminó por introducirlo en su propia meta. El “culé” se siente dentro de una pesadilla.

“No es agradable vivir una situación así. La primera parte lo hemos intentado y no hemos jugado mal. Los últimos 45 minutos fueron muy duros”, declaró un devastado Piqué, quien confesó haber vivido una de las peores noches de su vida.

El defensor del Barcelona sabe que la vida continúa y ahora apunta a ganar la Liga española: “Hay que intentar ganar la Liga lo antes posible y pensar en la próxima temporada”, finalizó.•