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La selección brasileña, desde que Dunga volvió al banco, está irreconocible. La dulce “Canarinha” derrotó ayer por 2-1 a Austria y sumó así su sexto triunfo consecutivo luego del espantoso Mundial en casa.

Para conseguir este resultado, el pentacampeón sufrió más de la cuenta, ya que durante los primeros 45’ el marcador se mantuvo en blanco pese a los constantes trepadas de Ney.

Una vez que los equipos volvieron a la acción, Brasil se mostró más empeñoso en el arranque de la complementaria y se le fue encima al cuadro local, que repelía los embistes como podía y sin armas.

Entonces, a los 64’, un tiro de esquina a favor de Brasil terminó en la cabeza de David Luiz, quien empujó la redonda con toda su furia para el 1-0. Pero Austria no se quedaría de brazos cruzados y a los 75’ Dragovic puso la paridad desde los doce pasos. ¡Penalazo!

Cuando todo parecía sentenciado, apareció el novato Firmino para poner el 2-1 con el que Brasil se impondría a Austria, manteniendo así un balance favorable de cara a la Copa América del año entrante“Estamos para grandes cosas”, declaró el terrible Ney.

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