“Sapos” y culebras

los antecedentes de Jorge Sampaoli lo sindican como un entrenador obsesivo y capaz de recurrir a las artimañas más arcaicas con tal de lograr sus propósitos. Y si se trata de conocer los pormenores de su adversario -más aún en la curva final de las Eliminatorias- no pierde tiempo deshojando margaritas ni escuchando a su conciencia.

Entonces que se haya filtrado la llegada de algunos emisarios -para no llamarlos “sapos”- predispuestos a observar las prácticas de la selección no es materia de interrogantes porque ayer la FPF -con anuencia de Ricardo Gareca- redobló el contingente policial avisado de la presencia de ciertos espías.

El “Tigre” se mostró algo contrariado, gesticulando demasiado, incómodo con la ráfaga de versiones, incluso dejó las prácticas por unos minutos a fin de ordenar mayor firmeza en el trabajo policial. Por ende, el personal de seguridad tomó las azoteas y los techos de las casas aledañas a la Videna.

La orden fue desalojar a quienes “pagan” por mirar los entrenamientos y a los que dicen incluso ser hinchas de la blanquirroja pero a estas alturas no hay que creer ni en las sombras. Gareca quiere trabajar en paz. Libre de las estrategias hechas por debajo de la mesa. Y está en su derecho de reclamar y de cuidar su entorno. •

88

goles

anotó el mediapunta en el Apertura.