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    Las manos de Dios

    gallese tomó el arco de la selección a último momento y sacó de todo. ¡Oye, Pagani, querés un póster de Pedro! Hinchas piden canonizar al arquerazo. NO VISTE sotana, jamás imprimieron estampillas con su rostro pero los hinchas ya pidieron su beatificación e incluso su recuperación pareció un milagro. Pedro Gallese fue la figura de la selección en Buenos Aires para convertirse en la muralla que hizo temblar los cimientos de La Bombonera.“San Pedro” fue confirmado en el once horas previas al duelo contra los albicelestes. Cuando parecía estar destinado al banco, Ricardo Gareca ordenó su lugar desde el ¡vamos! tras el último entrenamiento en el predio de Vélez Sarsfield.La fractura al dedo índice de la mano derecha sufrida el 22 de agosto quedó en el pasado. El arquero no tuvo miedo, impulsando por el incesante cántico de 1.500 hinchas en la tribuna, sacó fuerzas inexpicables para ser la figura.En el inicio del segundo tiempo, Gallese tuvo dos intervenciones en un minuto. Primero: puso el pecho para despejar el remate de Darío Benedetto. Luego, se elevó por los cielos para desviar el bombazo de Lucas Biglia.A los 59’, el arquero de Tiburones Rojos ahogó el grito de Alejandro Gómez cuando la tensión local provocaba que sus hinchas se jalen los pelos en las tribunas.A los 67’, otra vez “San Pedro” dejó con las ganas a Benedetto. Sobre el final protegió bien su zona y tuvo personalidad para desesperar a los ansiosos delanteros argentinos.“Me preparé para este partido, sabía que era duro por lesión que tenía. pero me recuperé y estos son los resultados. Estoy muy contento con el empate, me hubiese gustado ganar con ese tiro libre de Paolo pero Romero la sacó bien y nos repartimos los puntos”, indicó el “1” de la selección.Gallese se había perdido los encuentros de la fecha doble pasada contra Bolivia y Ecuador. Volvió a lo grande.•

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