Goles son amores

para el partido del miércoles se requiere cambios desde lo táctico y mental. De lo segundo se encarga el psicólogo pero lo primero es exclusividad de Ricardo Gareca. El argentino, con el micrófono apagado, sabe que lo sucedido en Wellington no lo deja tranquilo.

La falta de generación de jugadas de gol y la poca profundidad que tuvieron sus jugadores a la hora de internarse en campo rival son dos de los principales aspectos que mantienen pendiente a Gareca.

De esa situación se desprenden dos soluciones: mantener el once y mostrarle a este sus errores para que lo corrijan de inmediato o apostar por algunas variantes. De darse este segundo escenario, el técnico sabe que cuenta con opciones.

Frente a la poca trascendencia de Farfán como “9”, Ruidíaz puede aparecer. Frente a la falta de claridad al momento de atacar de Corzo, Advíncula puede decir presente.

Mientras Gareca y sus asistentes aún lo dirimen, la “Pulga” y “Bolt” se encargan de demostrarle en la cancha que están aptos para la oportunidad. Ayer, ambos destacaron en las tácticas ofensivas y anotaron hasta decir basta. •