El mejor de los equipos

Denis Prince Delgadillo

el fútbol tiene sus propias Leyes, esas que habían hecho esperar a todo un país 35 años para ver clasificar nuevamente a su selección a un mundial y que ayer puso en la cabeza del delantero uruguayo el final a esos 11 años de festejo contenido.

El “9” blanquiazul llegó a La Victoria a mitad de año sin muchos flases y así permaneció hasta el domingo al mediodía. Al momento de su ingreso en lugar de Godoy, Quevedo -que también entraba en lugar de Hohberg- se llevó todos los aplausos.

Las benditas Leyes del fútbol hicieron que el ignorado, el muchas veces pifiado, el actor de reparto, acabe siendo el protagonista de esta bella obra que tuvo a un Matute colmado de espectadores.

Sus dos testazos fueron suficientes para cumplir los deberes y aquietar a un entusiasta Comerciantes. El triunfo bastó para que en todos los rincones del país, desde Abtao con Isabel La Católica hasta el paraje más recondito y celestial de nuestra serranía y selva, se desate el extásis.

Fueron esas mismas Leyes las que quisieron que los “íntimos” den la vuelta en su estadio con la figura de Butrón incólume, con Aguiar como líder sin cinta y como corolario a un año extraordinario para nuestro balompié. Bendita sea la lógica del fútbol, ¡bendito sea Alianza!•