¡Más vivo que nunca!

la conciencia, de una u otra manera, suele pasar factura pero purgada de mentiras es el estímulo que impide claudicar. El caso Paolo Guerrero es un ejemplo de lo precisado. Movió cielo y tierra, en una cruzada sin precedentes con sus abogados, en defensa de su intachable trayectoria, por sus años, por su imagen, por su familia, por su Perú y sobre todo por él.

La resolución de la Comisión de Apelación de la FIFA llegó como caída del cielo. “Se ha decidido aceptar parcialmente el recurso interpuesto por el internacional peruano Paolo Guerrero. Por lo tanto, la decisión adoptada por la Comisión Disciplinaria de la FIFA el 7 de diciembre de 2017, por medio de la cual el jugador fue suspendido por un periodo de un año, fue parcialmente desestimada y el periodo de suspensión de un año fue reducido a seis meses”, reza en la misiva.

¿Qué sucedió?

Dicha comisión dio apenas retazos de su determinación. “Se analizaron todas las circunstancias específicas del caso, en particular el grado de culpabilidad del jugador, por lo que se consideró que un periodo de inelegibilidad de seis meses es una sanción proporcionada”.

La sanción de un año impuesta por la Comisión Disciplinaria de la FIFA a Guerrero empezó a correr desde el 3 de noviembre. Por ende, el delantero estará habilitado a partir del 3 de mayo del 2018. Claro, esta historia todavía no ha llegado a su capítulo final. Guerrero y sus abogados cruzarán el charco para llegar al TAS por la absolución. Paolo es inocente. La resolución así lo ha precisado. Por ende, merece volver al ruedo limpio de polvo y paja. ¡Rusia lo espera!•