Como el Ave Fénix

cristal se repuso rápido de su caída contra Lanús por la Sudamericana e hizo que Comerciantes pague los platos rotos. Van tres triunfos al hilo, ocho goles a favor y uno en contra. ¡Llegó a la punta del Grupo A!Merodea el área con ese instinto depredador que ensalza sus cualidades tan parecidas al perpetuo Luis Alberto Bonnet, el otrora matador bajopontino que en el 2004 registró 28 goles tan brillantes como su cabeza rapada. Emanuel Herrera es de ese perfil, de ese corte. Nunca está al medio ni atrás de la cola. Siempre se posiciona adelante. Y desde ahí, por arriba o por abajo, ejecuta, mata, se devora hasta las intenciones de los defensores. Cinco goles en tres partidos, ¡tómenlo en serio!Ese es el punto alto de Sporting Cristal, un equipo -al menos intenta serlo- que desarrolla con intensidad y precisión el guión de Mario Salas desde el mediocampo, la zona de mejor pie, de tipos lúcidos, del tic tac. En dicho sector, los intérpretes -con Gabriel Costa (ayer marcó su segundo gol en el torneo casero) como estandarte- por lo general no bajan de los seis puntos. Desde ahí los titiriteros mueven los hilos. La defensa -maltrecha el pasado miércoles ante Lanús por la Copa Sudamericana- no fue exigida -salvo en el primer tiempo tras un desborde por izquierda que Patricio Álvarez cortó con rapidez- pero todavía requiere de mayor solidez, seguridad en los cruces, necesita visualizar el riesgo y anticiparse. ¿Cómo? Dicen que en el fútbol no hay secretos y que todo se sintetiza en el trabajo y más trabajo. Ocho goles y apenas uno en contra en sus tres triunfos consecutivos en el arranque del Torneo de Verano, es el puntero del Grupo A y del Acumulado, hasta entonces, todo perfecto, solo faltan las golondrinas pero como algunas no hacen el verano, Cristal necesita más, empezando por sacudirse de la derrota contra Lanús. Esa es una espina clavada en el pecho. Y las espinas se extraen porque si se quedan duelen y mucho. •

Líbero

Actualizado el 26 Feb. 2018 | 01:00 H