Miguel Ángel Russo será el quinto entrenador argentino que dirija a Alianza Lima en su historia

Alianza Lima volvió a la escuela argentina. Luego de dos temporadas al mando de Pablo Bengoechea y su juego aguerrido al estilo uruguayo, los íntimos decidieron ir por Miguel Ángel Russo y su clásico juego, ese mismo que le permitió ser campeón con Boca Juniors de la Copa Libertadores en el año 2007.

Un dato no menor, es que de Russo se convierte en el quinto 'che' en asumir las riendas del club de La Victoria, previamente, cuatro compatriotas desplegaron su filosofía y aquí en Líbero te contamos como les fue en aquellas campañas.

Para iniciar el recorrido tenemos que remontarnos a la década de los 70, una de las más gloriosas de nuestro fútbol. Perú venía de participar en el Mundial México 1970, donde dejó una gratísima imagen: cayó por 4-2 en cuartos de final ante la campeona Brasil de Pelé.

Para aquel entonces, Alianza Lima contaba con dos grandes históricos: Teófilo Cubillas y César Cueto. El 'Nene' había sido figura indiscutible del elenco de Didí en la Copa del Mundo que se desarrolló en suelo azteca, mientras que el 'Poeta de la Zurda' daba sus primeras pinceladas. 

Es entonces que Alianza Lima opta por un viejo conocido del fútbol peruano: Vito Andrés Bártoli, quién había dirigido previamente a Juan Aurich (1968-1969), Sporting Cristal (1969-1971) y Unión Tumán (1971-1972). Su trabajo - principalmente - con el 'Ciclón' y los 'celestes' atrajeron la mirada desde tienda blanquiazul y decidieron ir por sus servicios. Sin embargo, el estratega argentino no pudo rememorar su accionar y fue reemplazado por el nacional Segundo Capristán: Alianza Lima quedó sexto con 41 puntos y accedió a la liguilla final, sin embargo, no pudo campeonar (quedó cuarto).

Tuvieron que pasar 19 años para que un nuevo argentino se ponga el buzo del club victoriano. En dicha temporada, Pedro Dellacha, emblemático capitán de Argentina que condujo a su seleccionado a conquistar la Copa América de 1957 (realizada en nuestro país), fue el elegido por su reconocido liderazgo.

Sus primeros pasos como entrenador fueron dignos de admirar: llevó a Independiente de Avellaneda a campeonar - en dos ocasiones - en la Copa Libertadores ediciones 1972 y 1975. Su basta experiencia generó expectativa en tienda blanquiazul, sin embargo, se fue por la puerta falsa: fue reemplazado por César Cueto en la dirección técnica y Alianza Lima quedó quinto.

Nuevamente tuvo que pasar más de una década para que Argentina llegue a Alianza representado en el director técnico: Gustavo Costas era la gran apuesta para aquel entonces y no defraudó.

En su primera etapa, el ex recio defensor e ídolo de Racing, logró el bicampeonato con un equipo liderado por José Soto, Martín Hidalgo, Henry Quinteros, Waldir Saénz y con las gratas apariciones de Wilmer Aguirre y especialmente la de Jefferson Farfán, quién partió a Holanda (PSV) tras realizar una estupenda campaña.

Tuvo que pasar más de 5 años para que 'Costitas' regrese a Alianza, y en su primer año, llevó a los íntimos a volver a pelear el título nacional, esta vez, ante su archirrival: Universitario de Deportes. Sin embargo, no pudo repetir la hazaña y cayó en ambas finales por 1-0 ante la crema de Juan Reynoso. 

Este subcampeonato permitió que Costas acceda a la Copa Libertadores edición 2010 y en donde realizaría un papel memorable que hasta el momento es recordado: el 4-1 a Estudiantes de La Plata fue una de las mejores presentaciones a nivel internacional por parte de los blanquiazules. Sin embargo, terminó por mancharse en el dudoso partido ante U de Chile en cuartos de final, que era dirigida, paradójicamente, por un ex DT de Alianza Lima: Gerardo Pelusso. Se marchó a mediados del 2011 tras recibir una suculenta oferta del fútbol árabe.

Tras la exitosa campaña de Gustavo Costas, Rubén Darío Insúa fue elegido en tienda victoriana. Deseaban continuar con la escuela argentina. ¿El motivo? Insúa había sido previamente campeón de la Copa Sudamericana (2002) con San Lorenzo de Almagro. Este distintivo generó una gran expectativa y los refuerzos invitaban a soñar. 

Román Cuello junto a Oswaldo Mackenzie eran los "recomendados" por Insúa para la campaña, pero el volante colombiano no fue ni la sombra del "Poeta de la Zurda": previamente había indicado que buscaba emularlo. Por su parte, el delantero uruguayo era la carta de gol, pero solo originó dolores de cabeza a la hinchada por sus constantes errores de cara al arco. 

Sin embargo, el fichaje "estrella" de Rubén Darío Insúa fue el de Gustavo Barros Schelotto. El "Mellizo" no pudo ni siquiera alcanzar el pico de rendimiento de su hermano en Boca Juniors y tras la salida de Insúa, fue echado. Rodrigo Astudillo cierra la fila de fichajes de aquella temporada. ¿Cómo le irá a Miguel Ángel Russo?