¡Le quitóla pistola!

Su misión era reemplazar a Christian Ramos, pero no se quedó en ello: Miguel Araujo demostró una vez más que, aplicado y haciendo la simple, puede ser una pieza seleccionable siempre. El zaguero de Alianza cumplió con creces.

Además de acompañar a Alberto Rodríguez en la zaga central, su principal función era no dejar que Luis Suárez gire cuando recibiese el balón de espaldas. Así lo cumplió; por arriba y por abajo el jugador blanquiazul mantuvo intranquilo al delantero del Barcelona.

En la jugada del gol “charrúa” poco pudo hacer para evitar el remate de Carlos Sánchez, que pasó por encima de la humanidad de Gallese. El “íntimo”, así como contra Ecuador en septiembre pasado, volvió a mostrar que camina a la altura de lo que busca Gareca.•