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Pasará a la historia

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Mastica un chicle y de pasito su bronca. Dicen que vive atormentado, presionado, aburrido. Es Víctor Píriz, un fantasma que merodea el área de los rivales porque Reynoso suele regalarle minutos. Pero está mal. Y quiere irse. Por la puerta chica, tampoco hay otra.  

Ayer saltó hasta el techo cuando vio parte de su contrato publicado aquí. Lo único que pensó fue que alguien pretende jalarle la alfombra. Claro, alguien de la “U”. Ese que sabe que el negocio no fue rentable.

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