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“¿Por qué yo?”

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Algunos crédulos de lo sobrenatural dirían que a Roberto Ovelar “lo fumaron”. De lo contrario, nadie se explica por qué tiene tan mala suerte. Y es que pierde hasta en el yankempó. Enfermedades, lesiones, amenazas, desplantes.

Al paraguayo le pasó de todo en Alianza Lima y reflexiona. “Sólo Dios sabe por qué pasan estas cosas”, dijo en relación a la rotura del tendón de la rodilla derecha que lo podría postergar dos meses de su actividad diaria.  –¿Ya conversaste con tu esposa que dará a luz en Paraguay?  

–Sí, y se puso a llorar. Me dice: “Estás jugando bien, ya metiste tres goles más y te pasa esto”. Su reacción me dejó triste.–¿Te sientes frustrado?–Llevo siete goles en Alianza, imagínate, sin jugar mucho, pero nuevamente una lesión me trunca todo. Yo quería ser el goleador, pero las lesiones no me dejan en paz.–¿Cómo pasó la lesión?–No sé qué jugador me palanqueó, no creo que haya sido de mala leche. El doctor ya me revisó y mañana (hoy) verá si me operan o empiezo un tratamiento.–¿Qué es lo que sientes?–Siento que la rodilla se me dobla, no puedo caminar bien. Creo que será un mes o más... Esto es feo.–¿Renovarás igual?–Yo no me lesiono porque quiero, no sé qué pensará la dirigencia, sólo le pido a Dios que me cure rápido.Leonardo, su padre, le dio palabras de aliento. Ovelar está solo en Lima, pero amigos no le faltan.

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