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El exorcista

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¿No era que agarraría sus chivas hasta cruzar las fronteras desilusionado por la triste realidad de la “U”? Juan Reynoso pateó el tablero, si quieren una botellita de rehidrante, le dio chiripiolca, ¡renunció!, pero ayer, mismo cangrejo, dio un paso atrás y apareció orondo en la práctica programada en Campo Mar.

Como sabía de la atención de los medios de comunicación, Reynoso, fiel a su habilidad histriónica, tardó en reunirse con los jugadores con el propósito de calentar el ambiente. Luego, los dirigió a la sala de juegos.Allí les dijo a boca de jarro que renunció porque la crisis jugó su mundial en contra del club y que los acompañaría sólo hasta este viernes. O sea, que se busquen a otro entrenador para el duelo con Cienciano en el Cusco.¿Le creemos? Un personaje siniestro y con tintes diabólicos como Reynoso no es sujeto a crédito. Es consabido que suele digitar a ciertos medios de comunicación con tal de presionar a su propio entorno. Y busca rodearse de gente que le haga ese trabajito. Por la salud del club, la que le queda, es mejor que se vaya.

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