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Precio del deber

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La nada se apoderó del grupo. Hubo miradas perdidas, hasta que Carlos Galván tomó la palabra. “Muchachos, vengan para hablar”. El grupo se reunió en círculo. Esperaban que Jaime León se apersone a Campo Mar con un carro blindado de Hermes con el dinero y les pague.

A un costado, Mario Mendaña buscó obligarlos en tres oportunidades a trabajar. “Vamos, hora de calentar”. Nadie lo miró. No le hicieron caso, motivando al preparador físico irse del campo avergonzado.La charla de los jugadores fue de dos horas. “Nos pagan o no viajamos”, dijeron. Curiosamente un trabajador administrativo del “Lolo” Fernández se acercó a Campo Mar, para obligar que firmen la planilla. “Firmen ahora que por la tarde les pagarán”, les dijo.Hubo rebeldía, creyeron que los iban a mecer, pues la planilla era necesaria llevarla a la ADFP para que puedan programar el clásico y no pierdan por walk over.En la ciudad, Jaime León se frotaba las manos, pues Reynaldo Moquillaza, un ex directivo, fue el nexo para presentarle un prestamista que abonaría 400 mil dólares. El empresario no desistió a pesar de las deudas del club y los líos judiciales.Por eso, entregó el dinero con el 25 por ciento de interés y la condición que le regresen la plata con lo que se recauda en el clásico la próxima semana.Al final León llamó al plantel para cobrar parte de abril y todo mayo, y firmen la planilla. La “U” viaja mañana y concentrará en el Cusco. Pero la deuda sigue, la Agremiación espera los 126 mil dólares por Gareca y Montaño, sino perderán cuatro puntos.

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