Furia de titanes

Si bien el clásico es cosa del pasado, le quedó grabado el duelo personal que sostuvo con el aliancista José Carlos Fernández. Carlos Galván es un tipo que no olvida las cosas con facilidad, incluso, cumplió su propósito de borrarlo del campo como le encargó Salvador Capitano.

El “Negro” lo tuvo entre ceja y ceja desde la previa, por eso ni bien salió al campo lo ajustó sin miramientos. Cada vez que Fernández se movía en el área crema, Galván le respiraba en la nuca.Los forcejeos entre ambos eran una constante porque ninguno quería regalar espacios y caminaban como siameses por la cancha.

El argentino intentó cumplir a cabalidad su misión y se dio maña para lanzarle un manotazo con el propósito de bajarle las revoluciones. Pero el ariete íntimo no se quedó de brazos cruzados y se valió de los codos para devolverle la cortesía, pero eso sobrecargó de ira a Galván y casi se van a las manos.El capitán estudiantil salió echando chispas del campo y tuvo que comerse su cólera. “Ya se va, pero algún día lo volveré a encontrar”, le confió el “Negro” a gente de su entorno porque la rabia no le pasó del todo.