“Mago” de los santos: El “Maño” Ruiz en una entrevista imperdible

El técnico de la Universidad San Martín, Aníbal Ruiz, ya mostró su magia. En sólo ocho mese logró hacer maravillas con los albos. “Construyan su futuro”, dijo el “Maño”.

Jorge Egoávil.

“‘Profe’, una foto en la cancha, nooo, no me gusta el circo, me da vergüenza, discúlpeme...” Ese es Maño Ruiz, el técnico exitoso de una San Martín que ya logró su cupo en la Libertadores del 2011, que se despuntó en el torneo y que ahora busca ganar al Emelec en la Sudamericana para seguir avanzando.

-¿Por qué un DT mundialista aceptó venir al Perú?-Sabía que acá iba a vivir una experiencia inolvidable como lo estoy viviendo. Veo un respeto por el buen fútbol, por la pelota. Le confieso que me asombra cada vez más lo que hacen mis jugadores en los entrenamientos.

-Este San Martín pareciera que fuera de otro país. ¿Lo ve así?-Para nada. Hemos encontrado una gran receptividad, el técnico propone, el futbolista enriquece esa propuesta, con su aporte, su intelecto futbolístico, yo estoy convencido que tenemos muy buenos futbolistas.

-¿Y cómo analiza su plantel?-San Martín está en camino de ser un buen equipo, pero todavía hay muchas situaciones de juego, en el que se necesita trabajar lo previsible, de comunicárselo a los futbolistas para que no los sorprenda. La repetición de los trabajos tácticos diarios son los que no llevan a tener automatismo y una capacidad de reacción.

-Es un técnico pegado a la táctica. ¿Ha cambiado esa exigencia?-No es que seamos apasionados del tecnicismo, pero yo digo que las exigencias deben ser cada vez más porque de pronto hay urgencia en la formación y a veces se aceleran los conceptos y no madura el futbolista como debe ser.

-¿Siente que su plantel acepta o entiende su idea futbolística?-Sí, y uno ve las respuestas. El futbolista representa al entrenador, hace que el entrenador sea bueno o malo, el futbolista es todo, una vez que logra interpretar al técnico, ese conductor es feliz. Diría que soy un técnico feliz.

-¿Por qué no es cabalero como otros entrenadores?-Mi cábala debe ser el trabajo, pero como todos, uno tiene sus cosas, a veces recurre a ellas, pero digo que la mejor cábala es creer en Dios, ese no falla nunca.

-Ha dirigido en su carrera 18 clubes grandes. ¿Qué aspira ahora?-Hacer de la San Martín lo que todos pensamos que debe ser, un equipo con presencia internacional importante y lo que hizo Rivera sea la base de una proyección inimaginable.

-¿Se siente motivado por sus años mozos?-Sí, el día en que uno no sienta la mariposita en la panza, seguro que ya no tendrá la mística, ese ánimo interior para trabajar en esto.

-¿Por qué es el único DT en el Perú que acepta el aporte de psicólogos para sus jugadores?-El que tiene estudios sabe cuáles son los caminos para mejorar, uno tiene que ser respetuoso de eso. En la San Martín tenemos personas que nos apoyan en los chicos y seguro que aportarán en el equipo profesional cuando haya necesidad, aunque todavía no lo requerimos.

-¿Se siente un maestro del fútbol?-No, no me gusta hablar de mí, no soy de esas personas.

-¿Se queda para el próximo año?-No sé, vamos a ver qué pasa.

-¿Por qué Corzo no está jugando?-Él tiene que trabajar y mantenerse al máximo para cuando sea llamado a jugar. Pensamos que va ser un hombre de mucha utilidad.

-¿Qué le dice a sus futbolistas para que no se mareen?-Que vayan despacito nomás, aún no hemos ganado nada, que esto recién empieza, falta mucho.

-Viene Emelec en la Sudamericana...-Un rival de peso, pero vamos a encararlo con seriedad y los encararemos con respeto.“Construyan  su futuro” 

-Perú tiene jugadores talentosos, ¿es un verso o una realidad?-Eso es cierto. El problema es que ustedes tienen duda de ustedes mismos, eso es lo que yo pretendo, con toda la fe del mundo, que piensen de otra manera. El fútbol no tiene pasado, presente ni futuro, hay que construirlo.

-¿Lo colectivo antecede a lo individual?-El talentoso aporta desde el lugar que le corresponde, pero también está aquel que trabaja, que recupera, aquel que hace un buen quite; la individualidad tiene que estar al servicio del equipo. Un poco de eso nos faltó ante la “U”, presionamos, pero con desorden.