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REALIDAD

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La televisión nos acercaba al partido Perú y Jamaica. El cotejo terminaba y mis dos hijos coincidían con realidad. ”No recuerdo que Perú gane dos partidos seguidos”, dijo Gabriel de catorce años con pocos recuerdos de jornadas felices.

Marcelo de doce agregó: “Ahora nos tocó ganar al final”. No ganamos partidos consecutivos en los últimos años. Estos triunfos son imborrables. Ayuda a valorarse y motivarse para lo que viene. Nadie en este país dará más valor a los resultados en Canadá y Estados Unidos.

Los rivales tienen poca historia y estos choques son experimento. Ni Markarián tiene la varita, ni los jugadores son genios. Muchos técnicos consideran perder es útil, pues ayuda a conocer qué anda mal. No estamos de acuerdo con ese pensamiento.

En la victoria también uno se da cuenta qué se hizo mal. Para eso se necesita una cabeza fría que medite. En ese caso Markarián siempre ha sido inteligente y detallista. Y no hay nadie que piense lo contrario y en eso todos, incluidos Gabriel y Marcelo, están de acuerdo. 

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