Llévatela puesta

Roberto Ovelar fue aquel guerrero que dejó de lado la melancolía, la bronca y la tristeza para luchar, sin armadura ni escudo, contra esas lesiones que lo aquejaron durante todo el año.

Sin embargo, el destino se empecinó en ahogar nuevamente los gritos de gol del popular “Búfalo” a una hinchada que respeta y comprende su decisión de partida.El cotejo ante la San Martín será el último del año para el paraguayo, pues el próximo jueves viajará a su país para estar presente en la operación de su menor hijo que sufre de cardiopatía.“Extrañaré a la gente y a la institución, pero mi cabeza no está al ciento por ciento con el equipo que lucha por el título”, manifestó el atacante.Asimismo, el jugador íntimo aseguró que “mi meta es quedarme, tengo un gran cariño por el club, quiero tener una revancha en Alianza”.Por ello, su  representante Daniel Campos llegará hoy a la capital para reunirse con la dirigencia victoriana y establecer en qué términos se dará ahora su contrato, tomando en cuenta que Ovelar volvería a trabajar con el equipo en la pretemporada del próximo año que se realizará en Argentina.