0

Lo mandó el enemigo

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Quizá lo que se piensa ahora es que en Alianza Lima existe cierta corrupción. Pero Guillermo Alarcón, presidente del club, prefiere no dar la cara y se escuda en simples comunicados para no verse salpicado por la ya conocida transferencia de Wilmer Aguirre al San Luis de México.

La factura que “Pocho” había mostrado como  prueba para justificar la transparencia de la operación tiene una dirección que no corresponde al nombre de la empresa, que por cierto no tiene que ver con la representación de jugadores.   Alarcón había dicho que Aguirre fue vendido por un millón 800 mil dólares y que 750 mil fueron para el club. “De ese dinero pagamos 100 mil dólares de comisión al agente internacional”. Lo curioso es que la factura por US$100 mil a la empresa T&M Enterprises Limited Co. Ltda. no representa nada deportivo. Muy extraño.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY