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Chim pum, Callao

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Sofocados, jadeantes, con los últimos suspiros exhalando por los poros dilatados terminó Sport Boys y gratificado con su sufrida victoria ante Juan Aurich, en un partido atípico en el que la ansiedad de los chiclayanos y porteños por el triunfo les llevó a exasperarse con el juego brusco.

Fue un 2-1 que le da paz y calma a los pupilos de Miguel Company, un triunfo en el que los rosados se jugaban más que tres puntos -además de hundir a los chiclayanos-, era la reivindicación con su hinchada, que empezó a concretarse a los 18’ con un cabezazo de Gárate tras una mala salida del portero aurichista Rivera.

Boys manejaba el partido inteligentemente, mientras Juan Reynoso no se cansaba de reclamarle al réferi Miguel Magallanes, quien estuvo muy permisivo con el juego fuerte en ambos conjuntos.Solanito deslumbróPara el complemento, Boys siguió con su mística y la figura de Michael Guevara -observado de cerca por empresarios argentinos desde la tribuna- se erigió como un gladiador que empujó al Boys a la victoria con un verdadero golazo de tiro libre a los 56’.Ni el ingresó de Manco -pifiado por todo el puerto en cada movimiento del ex Jotita- sirvió al Aurich, que se vio maniatado a los 60’, cuando Ricardo Ciciliano se fue expulsado por gestos inadecuados contra el árbitro. Montes descontaría para la visita y al final los chiclayanos se le fueron encima a Magallanes con reclamos airados.

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