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Grones escaparon del infierno callados

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No había ánimos para ponerse al frente de un micrófono o grabadora y hablar de la derrota frente al CNI. La incomodidad del plantel de Alianza Lima era comprensible, al punto que los jugadores decidieron ingresar la camarín en silencio.

Leandro Fleitas evitó hablar con la prensa y se retiró a los vestuarios con rostro molesto, aunque intentó mostrar tranquilidad. “No pasa nada”, sostuvo en el camino. Lo mismo hizo Paolo de la Haza, Salomón Libman, Jean Tragodara y André Carrillo, por nombrar a algunos de los derrotados.Lo curioso vino después. Luego de siete minutos, los íntimos abandonaron el camarín sin ducharse con dirección al ómnibus que los llevaría a su hotel.No hubo café cargado, solo miradas perdidas que buscaban irse del estadio Max Augustín para que en el hotel se bañen, se echen perfume y puedan cenar tranquilamente.Es que el clásico es el miércoles y la “U” se podría aprovechar del momento.

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