0

Esta tarde vi llover

Únete al canal de WhatsApp de Líbero

Para aquellos jugadores que nunca palparon la geografía agreste de Sierra de la Ventana y su improbable clima con truenos y lluvias torrenciales, ayer será un día que nunca jamás olvidarán.

Cuatro de la tarde, hora Argentina, luego de ejercitarse físicamente en el verdor del Golf, los pupilos de Gustavo Costas trasladaron su centro de operaciones al campo de fútbol del club Unión de Tornquist.

Allí los primeros en darles la bienvenida fueron los mosquitos, pero a medida que pasaron los minutos, las nubes negras amenazaban con una gran lluvia, que en contados minutos se abrió paso generando el asombro general.

Desde el cielo parecía que tiraban agua fría a cántaros, y en el suelo casi el balón no rodaba por la cantidad de agua que había. El viento gélido no se quedó atrás y sopló fuerte obligando a muchos como Costas, calzarse una casaca con capucha. Pese a todo, el ímpetu de los blanquiazules se mantuvo al tope, es el inicio de la competencia.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY