0

“El Perú dejó huella en mí”

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Los demonios que han perseguido a José Luis Chilavert a lo largo de su agitada vida deportiva no pueden ocultar sus logros en el fútbol. La FIFA lo eligió el mejor arquero del mundo en tres ocasiones y, además de jugar dos Mundiales, ganó con el Vélez Sarsfield argentino la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental.

“Chila” es un grande, un ídolo universal, un histórico, y nos llenó de orgullo que atienda a nuestro requerimiento. “A ustedes los conozco, son del diario LÍBERO de Perú. Claro que los recuerdo porque siempre van a los Mundiales”, nos manifestó el “ogro” paraguayo.En las calles ruidosas de Buenos Aires, “Chila” nos confesó que el “Chorri” Roberto Palacios –su gran amigo– le anotó un gol que jamás olvidará en su vida. Sin duda, se refería a aquel de la primera fecha de las Eliminatorias para el Mundial Corea-Japón 2002, cuando el buen volante nacional hizo famoso el lema “Te amo Perú”.“De Perú tengo muchos recuerdos, grandes amigos como Roberto Palacios y Teófilo Cubillas, pero también repaso el soberbio gol que me anotó el ‘Chorri’ en ese 2-0 de las Eliminatorias. Es un jugador de aquellos”, precisó.

El eterno número uno de Vélez Sarsfield agregó: “Fue un remate impresionante de Palacios. La verdad que hasta ahora no puedo olvidar ese disparo. Ese gol me marcó. De Perú y su gente siempre me llevo lo mejor, porque más allá del fútbol, siempre me trataron de la mejor manera. Es un país hermoso”, confesó.La celeste de 1997De otro lado, nos comentó que “el cuadro de Cristal, que nos eliminó en la Copa Libertadores de 1997, era un equipazo. Nos dolió en el alma esa derrota, en Vélez sabíamos que teníamos la presión por partir como favoritos, pero por esas cuestiones del destino no pudimos lograr la clasificación. Por eso creo que el Perú dejó huella en mí”.El partido de la gloriaContinuamos con la entrevista y le preguntamos por aquel encuentro que quedó grabado para siempre en su corazón y en la memoria del mundo. La eliminación de Paraguay ante Francia en el Mundial de 1998, cuando levantó a sus hermanos heridos. En los descuentos le clavaron “el gol de oro” y los paraguayos terminaron envueltos en lágrimas, tendidos en el campo.“Siempre dije que jamás me olvidaré de cómo se mataron mis compañeros en ese partido. Fue difícil superarlo. Si  hubiéramos llegado a penales tranquilamente clasificábamos”, nos dijo seguro de sí el gran Chilavert, quien envió saludos al Perú entero.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY