Alianza Lima no tuvo piedad de Unión Comercio y le ganó 4-1

No hay otra manera de empezar la nueva temporada. Adiós a las desavenencias políticas, comunicados opositores, dardos contra el técnico, y otros sinsabores que enfrenta la institución que ayer tuvo la mejor respuesta del equipo contra toda esa asonada que perturba. Alianza Lima es fútbol.

No es un hemiciclo de candelejones. Por eso decimos que no existe otra forma de debutar en el Descentralizado: ganando. Y algo mejor: en casa. Y de yapa con semejante goleada.

Si al Compadre no le funcionan las individualidades, a este Alianza Lima le afloró el aporte de sus protagonistas. Le sumó la experiencia de su entrenador para modificar el plantel y generar otra actitud con afanes de triunfo.

Porque ese primer tiempo, en el que le costó configurar la victoria parcial, a pesar de su gran dominio, generó un cúmulo de insatisfacciones. Hasta que llegó esa joyita de pelota parada de Henry Quinteros para decretar el 1-0 en la agonía del primer lance.

No hay que mirar con desdén a Unión Comercio. A pesar de la inexperiencia de sus jugadores (guerreros victoriosos del título de Copa Perú) hizo una presentación aceptable.

Con errores típicos de todo benjamín, resignó ante un Alianza Lima que, a través de sus figuras, capitalizó el ímpetu que desplegó en su primer partido profesional. Que le alcanzó para enmudecer Matute cuando el 1-1 lo puso Horacio Calcaterra con gran definición en el área chica.

Hubo que modificar el planteamiento poco después del 2-1 de Christian Ramos. El ingreso de Paolo Hurtado fue determinante para generar la goleada con dos pases gol.

Uno para André Carrillo y el otro para el debutante Jorge Bazán. Ambas anotaciones con defensa rival mal parada, y error incluido de Dúber Zapata. Fue un buen partido. Con un Alianza volcado al pórtico rival y Unión Comercio que no renunció al ataque.

En medio de toda esa escaramuza altisonante, bulliciosa de sus peleas políticas, Alianza Lima es la nueva voz gracias a su guardia nueva.