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Carlos Zegarra: Es injusto que me llamen pecho frío

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No es un “Míster Simpatía”, pero Carlos Zegarra ha sabido lidiar con el “cariño” de la prensa y la tribuna a lo largo de su trayectoria. El zurdo calienta el choque de hoy ante la “U” y revela un peculiar deseo.

–Luego de perder con Gremio, ¿aún es posible la clasificación?

–Nuestras chances se han complicado. Sabíamos que vencer a Gremio era muy difícil, pero ahora solo nos queda ganar todo lo que queda.

–¿Llegan muy disminuidos al partido de hoy con la “U”?

–Los viajes y el desgaste mismo del partido seguro que les da la ventaja, tuvieron la posibilidad de no postergar el partido y lo aprovecharon, pero ya está. A ellos les pasará lo mismo cuando jueguen la Sudamericana, y ahí espero que no lloren.

–Debes ser uno de los volantes con más goles en el fútbol peruano, ¿llevas la cuenta?

–No tengo el número exacto, pero debo estar pasando los 80. Estoy muy cerca de los 100 goles, y eso me motiva mucho a seguir adelante, porque es un sueño que quiero cumplir sí o sí antes de retirarme.

–¿Es cierto que querías ser delantero?

–Sí, ojalá que antes de que acabe mi carrera pueda hacerlo, aunque sea alguna vez. He jugado en muchas posiciones: de lateral, volante de primera línea, por los costados, de enganche, pero nunca de “9”.

–¿Qué representa el León de Huánuco en tu carrera?

–Al comienzo pensé que era una vitrina para regresar a Lima, algo temporal, ya después con los resultados encima, cambié de idea. Ahora solo espero cobrarme la revancha del año pasado y ganar mi primer título con el León.

–¿Cuál ha sido el partido de tu vida?

–Sin duda, mi debut con la selección. Fue lo máximo golear a Paraguay 4-1 en el Estadio Nacional. Si hubiera metido un gol, tranquilamente me ponían 10 puntos.

–¿La prensa fue injusta contigo cuando te tildaba de “pecho frío”?

–No sé si es injusta, pero se dejaron llevar, y luego creció como una bola de nieve. El que sabe de fútbol se puede dar cuenta que no lo soy. Acá creen que el correlón, el que se tira por las puras es el que tiene más entrega, cuando eso es innecesario. Mi juego es pausado, pero mi mente es veloz.

–¿Piensas en el retiro?

–Uno se hace la idea, pero gracias a Dios, hoy soy titular y marco muchos goles. El día en que esté en la banca no por una decisión táctica, sino por rendimiento, entonces daré un paso al costado. No  quiero cobrar gratis.

–¿Y dónde te gustaría hacerlo? ¿En León o, de repente, en Cristal?

–Uno quiere retirarse a lo grande, pero eso hay que dejárselo al destino. Estoy feliz en Huánuco, el cariño que te transmite la hinchada es único, aunque no te niego que Cristal también es una linda posibilidad.

–¿Saludarías a Phillip Butters si te lo encuentras en la calle?

–A Phillip me lo crucé el año pasado cuando concentramos en Lima para la final ante San Martín, y no tuvimos ningún problema. No soy rencoroso, y lo que hablen los periodistas, ya sea para bien o para mal, no me quita el sueño.

–¿Cuánta presión te generó ser hijo de “Pitín”?

–Nunca la sentí. A pesar de que cuando jugaba en infantiles, los padres me molestaban y me decían  que era titular por ser hijo de “Pitín”, yo sabía que el tiempo iba a dar sus frutos.

Si no hubiera tenido condiciones hace rato estaría trabajando en una oficina.

–¿Cómo te ves de aquí a 10 años?

–Con bastante plata, disfrutando de las buenas inversiones y el cariño de mis hijas. Tengo el bichito de ser técnico, pero creo que los primeros años los viviré sin presiones.

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