¡Justo metiste la pata!

Se jugaban 38 minutos del primer tiempo, las pulsaciones iban a mil por hora, de repente, Diego Chávarri choca con Román Ojeda y un “crack” resuena en todo el San Martín.

El celeste se retuerce de dolor en el césped y luego sale en camilla. “No podía moverme, quise pararme para pisar fuerte y sentí mucho dolor en el tobillo”, es lo primero que nos dice Chávarri, quien nos recibe en el calor de su hogar.

El volante presenta un esguince de segundo grado en el tobillo derecho que lo tendrá en recuperación por dos semanas, justo en el momento en que se había ganado la titularidad, por encima de Luis Advíncula, seleccionado nacional.

“Ahora que vengo jugando me pasa esto, pero ya está, el profe me ha dicho que esté tranquilo y que debo acostumbrarme”, expresó con nostalgia, aunque admitió que el receso del campeonato le viene bien.

“Este receso me va a ayudar un montón para no perder continuidad. La competencia es muy fuerte, por eso quiero volver cuanto antes a entrenar con el equipo”, finalizó.