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Lo bueno no es él

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Con  la majadería innata, la sandez a flor de labios  y la tolerancia hecha añicos, Hernán Peirone despellejó con espuma  en la boca y  con el “látigo” en mano los siniestros instintos y una coraza  “valiente” que jamás se le  pudieron percibir  dentro  de un campo de juego.

Y es que desde su llegada nos acostumbró a los ¡uff..!, a la agonía del hincha en el estadio, a la sequía de goles en 540 minutos  y a expulsiones que fulguraban un rendimiento paupérrimo.Ante ello, decidimos salir en su búsqueda y preguntarle el por qué de dicho  rendimiento. Empero, encontró a la paciencia de espalda  del artillero argentino, quien  nos recibió con la siguiente respuesta: “Déjense de joder más...”.De otro lado, LÍBERO pudo conocer que un sector de la barra “Comando Sur” no estaría mirando con buenos ojos el accionar del popular “Látigo”,  pues consideran que habría una necedad del profesor Gustavo Costas  hacia el jugador.Solo el tiempo dirá si es que el íntimo mostrará algo más de lo presentado hasta ahora. Total a él se le trajo para anotar.

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