El regreso de Pizarro

Claudio Pizarro jugará su cuarta eliminatoria y, a diferencia de anteriores competencias, esta vez no cargará sobre la espalda toda la responsabilidad de los triunfos. Es verdad que es el jugador de mayor experiencia y recorrido internacional, el mejor futbolista peruano en el extranjero de todos los tiempos, pero a su juego hoy se suman nuevos líderes en la cancha como Juan Manuel Vargas y Paolo Guerrero, por ejemplo.

Con Sergio Markarián a la cabeza como entrenador de la selección peruana, los integrantes de más peso ven con otra óptica y motivación los próximos retos como la Copa América y las Eliminatorias. El DT uruguayo les ha insertado rápidamente un chip de orden y autoestima que se ha visto reflejado en los últimos compromisos amistosos.

A Claudio el público peruano lo ha lapidado en el pasado. No era justo que solo él sea el único responsable de un equipo sin rumbo cuando el juego de conjunto era el principal déficit de una selección que desde las Eliminatorias a Francia 98 no ha vuelto a ser protagonista. Con Juan Carlos Oblitas fue la última vez que Perú mostró un juego sólido y de eso ha pasado mucho tiempo.

Claudio Pizarro no convertía los goles ni jugaba con la misma calidad que en su club porque simplemente el contexto cargado de presión y el poco tiempo de entrenamiento con el plantel no se lo permitía. A veces quería resolver las cosas por su cuenta en la cancha y se chocaba ante una pared de impotencia. La cinta de capitán lo obligaba a ser el referente de Perú y a dar la cara en los malos momentos frente a la prensa. ¿Por qué cargar toda esa presión en un solo jugador?

Después de su salida de la selección y el tema aclarado por el trato que tuvo tras el incidente en el Hotel Golf Los Incas, Claudio Pizarro ha vuelto a la selección con el mismo ánimo de la primera vez que tuvo la oportunidad de ponerse la blanquirroja.

La presencia de un técnico como Markarián y de compañeros acostumbrados a una similar rigurosidad del fútbol europeo, harán de esta su última oportunidad de llegar al Mundial, quizás a un “Bombardero” que podrá mostrarse en la canchas de Sudamérica con la misma calidad que en el Viejo Continente. Que es finalmente lo que siempre se le ha exigido y lo que necesita Perú: sus goles.