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YO VOTO POR SERGIO

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YO VOTO POR SERGIO

Todos vimos a  Jefferson Farfán en la tribuna del estadio holandés Den Haag, en La Haya, observando a la selección  peruana frente a Ecuador. La “Foquita” No se encontraba en las butacas por estar lesionado, tampoco por haber sido expulsado en un partido anterior.

Vio el compromiso junto a su representante Raúl González por que él lo decidió así. “Jefry” no estuvo al lado de sus compañeros en la cancha, prefirió la joda antes de darle gusto al país, y está en su derecho porque todos podemos hacer de nuestra vida lo que deseemos.

Podemos mantener una posición firme frente la tentación o derretirnos ante la invitación de caer en inconducta.También cabe la posibilidad, como seres humanos que somos, de mostrar signos de arrepentimiento por haber dado un mal paso, pero esa sensación no pasa por el alma de un mortal CINCO MESES DESPUES de haberla embarrado todititita.

Jefferson Farfán JAMÁS hizo una sola mueca de lamento por haber desobedecido al técnico uruguayo Sergio Markarián. Fueron los periodistas quienes a través de numerosas encuestas y camufladas preguntas decían a Markarian si perdonaría o no al indisciplinado jugador del Schalk 04 alemán.

El delantero vino a Lima en varias ocasiones pero nunca para hablar con el entrenador de la selección, vino a lo de siempre, a joder, a decirle a todo el Perú que podía andar con hombres, mujeres y maricones si así lo deseaba, pues tiene “ojos y nariz como todos”.

Pregunto ¿tiene cerebro, como todos? Sergio Markarián es un hombre experimentado, tiene 66 años de edad muy bien vividos, no le vamos a enseñar nada de la vida.

Tomó una decisión sabia, que tiene el respaldo de aquellos que creemos en el respeto al compañero, en el compromiso adquirido, en la autoridad, y además en las jerarquías.

Pero hay que tomar en cuenta algo muy importante, conversar no es pactar. Entiendo que Sergio Markarián aceptó la reunión en Holanda con Jefferson Farfán porque no es un troglodita. El haber conversado no lo obliga a cambiar su decisión, destruir sus principios, ni la imagen que tenemos de él.

Me resisto a creer que se convierta en un farsante. Las cosas se deben mantener en su lugar: Sergio Markarian en el banco, dirigiendo y liderando a la selección y Jefferson Farfán en la tribuna. Claro, si quiere ir a apoyar al equipo.

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