MÁS QUE UN CLÁSICO

Consideramos que no será un clásico más. Hay muchas razones para abrir los ojos en ese partido del sábado.

Como hincha usted estará atento, si es crema, a que los victorianos no se despunten.

Si es íntimo, zafarse del compadre para ir apuntando al título. Sí, este partido tiene mucho que ver con el próximo campeón. Estamos frente a dos equipos cuyos dirigentes tienen el mismo objetivo, necesidad y urgencia. La pregunta que me hago es si los jugadores pensarán igual. Tengo mis dudas.

Hoy veo con asombro cómo los de la “U” se le plantan a Pacheco, a pesar del cumplimiento que demostró el chato desde su llegada, pagando deudas de la administración anterior. En Alianza es peor, los jugadores se negaron a entrenar por un atraso de 14 días, luego de recibir puntualmente sus sueldos en los últimos 22 meses.

Inconsecuencia de los mal llamados “referentes”. Usted cree que con tamaño sueldo, la economía familiar de estos jugadores va a tambalear por no cobrar puntualmente. No estamos de acuerdo con que pisoteen sus derechos, lo que me sorprende es la falta de compromiso.

Un triunfo de cualquiera facilitará la negociación con el próximo auspiciador. Ojo que vender el pecho de un equipo como Alianza o la U no se define en una noche, ni sus contratos se redactan en quince minutos.

La marca estudia el perfil del club, plantel, proyección y después decide.

La “U” tiene más de 7 meses negociando con los coreanos y Alianza cerca de tres en conversaciones con los brasileños de BMG. Esos contratos no solo involucran la camiseta, los sponsors no invierten tanto tiempo investigando al club y el mercado para firmar por doce meses.

Esa inversión está en función de la estrategia de marketing de empresas que mueven millones. Si ambos clubes logran cerrar esos contratos será más viable para cada uno de ellos desarrollar los planes que en estos momentos solo están en papel.

Alianza y Universitario necesitan formar parte de la industria del fútbol, hoy son solo un par de ambulantes.