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Solo faltó el gol

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Le sucedió al “Potrillo” Escobar, a Waldir Sáenz y ayer le cayó el peso del protagonismo al “Potrillo” de moda, André Carrillo. En los clásicos no siempre gana el que juega bonito, el que más corre, el que abre mejor la cancha y el que derrota tácticamente al rival. Los clásicos lo ganan los hombres y el 0-0 en Matute es un triunfo para la “U”.

¿Y por qué? Sin el artista Martín Morel, con un equipo mal dormido y mal comido, con jugadores impagos y renegados, con un técnico condenado al rechazo popular y con dirigentes arrepentidos de prometer como políticos de carroña, el ejército crema logró controlar a los “potrillos” y robar un empate imposible en otras realidades.

Alianza Lima es el líder del Descentralizado, el invicto, el que mejor ataca y defiende, pero no pudo con la “U” a pesar de dominar el compromiso con velocidad y disciplina. A los íntimos les faltó juntarse, ser más unidos. De poco sirvió el empuje del “Búfalo” Ovelar y “Coco” Bazán porque el equipo no se encontró en la zona de ataque.En el primer tiempo no llegó el gol y en el segundo tampoco porque Raúl Fernández le desvió un penal a Henry Quinteros, quien debería irse a jugar a la Copa Perú porque no puede fallar así en un clásico. Y si Maradona marró penales es porque es Maradona. Ahí, en ese fatal minuto 75, Alianza entendió que ganar sería difícil.Los cremas, como lo dijo el “Negro” Galván, fueron “prácticos”. Jugaron con garra, pero sin arte ni alegría. Cumplieron con pisar Matute y marcharse felices, a la espera de que sus directivos les paguen. Sabían que los chiquillos de Alianza Lima aún están muy tiernos para ganarles e hicieron su trabajo con Vitti, todavía confundido, y Fano, esperando el momento ideal para explotar de goles.

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